PROYECTO 2013



  A continuación te ofrecemos los ingredientes con los que podrás componer tu propia receta.  Esta relación de conceptos está asociada a la localización que proponemos. A partir de ahora ya puedes aportar textos relacionados, letras de canciones, publicidad, titulares de noticias, no desechamos nada. Descubre todas las posibilidades que hay a tu alrededor!





  Para esta edición de Bailando la palabra hemos seleccionado, para la intervención, el tramo final del barranco de Fataga (señalado en rojo en la imagen siguiente).
 Este espacio sirve de canalización del agua procedente del barranco, siendo la parte que nos interesa intervenir la que se extiende desde los bajos de la Av. Alejandro del Castillo hasta el mar.
   Normalmente en los meses de lluvia abundante el barranco cumple con su función natural, siendo el resto del año, un lugar de tránsito a través de los diferentes puentes que lo cruzan. Su ubicación está entre múltiples espacios destinados, sobre todo, al ocio, ya que en los alrededores podemos encontrar el Parque del Sur, Holyday World, instalaciones deportivas, complejos turísticos, etc. Esta situación nos ofrece la posibilidad de llegar a un innumerable conjunto de transeúntes, no sólo a pie, sino también desde los pasos de la autopista.





   Continuando con el proceso que iniciamos el año pasado, en el que buscamos una reversibilidad creemos que sería posible desarrollar una experiencia similar en un entorno tan favorable como este. La intervención mediante textos podría reconfigurar, aunque fuese de manera temporal, un espacio internodal entre los puntos antes señalados, donde el transeúnte redescubra el lugar mediante el juego propuesto.
 Los textos tendrán nuevamente un origen diverso, traídos por los propios participantes del taller funcionarán como un muestrario en busca de interlocución entre sí y con el espectador.
    Naturalmente, para que exista una interlocución es necesario un deseo común, un nexo que lo permita. Es casi imposible obviar la gran oportunidad que ofrece un espacio tan potencialmente simbólico como del que estamos tratando. De por sí, la localización central dentro del núcleo, abriéndose como dos orillas ofrecen un juego acerca del “otro”. Por otro lado su función como nexo entre el interior de la isla y la desembocadura en el mar no es tampoco desdeñable.
























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